La salud de la expresidenta de la Nación volvió a concentrar la atención de la escena política este fin de semana, luego de que fuera trasladada desde su domicilio en la calle San José al Sanatorio Otamendi para una cirugía de apendicitis. El procedimiento, realizado de urgencia el sábado por la noche tras una evaluación médica por dolores abdominales, resultó exitoso y la paciente se encuentra actualmente en proceso de recuperación.
En este contexto de incertidumbre médica, el diputado nacional Máximo Kirchner rompió el silencio para destacar el rol de la militancia que se apostó en las inmediaciones del centro de salud. A través de sus canales digitales, el legislador difundió postales de la vigilia, donde se observaron carteles con consignas de aliento como "Nunca caminarás sola" y "Fuerza Cristina".
"Gracias por quererla, cuidarla y acompañarla siempre", escribió el hijo de la exmandataria, subrayando el vínculo afectivo que une a la dirigencia con su base electoral.
Presencia dirigencial y detalles del traslado
El sanatorio no solo fue el punto de encuentro para ciudadanos de a pie, sino también para figuras de peso dentro del arco peronista.
Entre los dirigentes que se acercaron para seguir de cerca la evolución de la líder del movimiento se encontraban la diputada Mayra Mendoza y el exsecretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla.
La decisión de la internación se precipitó durante la tarde del sábado. Médicos personales visitaron a la ex jefa de Estado en su departamento de Constitución —donde se encuentra cumpliendo el régimen de prisión domiciliaria— y determinaron que el cuadro de dolor abdominal requería estudios de mayor complejidad y una resolución quirúrgica inmediata.
Actualmente, Cristina Kirchner permanece bajo observación en el establecimiento porteño, a la espera del alta médica que le permita retomar su rutina habitual.
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